Condenamos la política irracional de escalada bélica: No al despliegue de misiles de largo alcance de los EE. UU. en Alemania

Durante la cumbre del 75 aniversario de la OTAN en Washington, Europa ha seguido sumisa a los intereses de unos Estados Unidos cada día más débiles. Ya no estamos hablando de una política de seguridad, sino de un peligro imprevisible para los residentes del continente. Alemania, en particular, debe adoptar ahora una postura clara: ¡nada de misiles de crucero estadounidenses sobre nuestro territorio!

Berlín, 15 de julio de 2024: DiEM25 y MERA25 están a favor de una nueva orientación de la política de seguridad europea que tenga por objetivo la paz y la independencia del continente, oponiéndose a su pérdida de protagonismo a nivel mundial. La cumbre de la OTAN ha demostrado que esta alianza militar occidental es incapaz de proponer algo que no sea la confrontación entre bloques geopolíticos rivales y a la carrera armamentística. En un mundo fundamentalmente distinto al de la Guerra Fría del siglo pasado, estamos omitiendo el peligro de un conflicto nuclear.

Europa está cometiendo un error al centrar su política de seguridad y sus inversiones militares en la OTAN. En lugar de implicarse cada vez más en el bloque de la OTAN para prevenir los riesgos que corre debido al debilitamiento del poder de los Estados Unidos a nivel mundial y su creciente imprevisibilidad, Europa debería emanciparse. Unas relaciones pacíficas con Rusia son tan indispensables a largo plazo como unas buenas relaciones transatlánticas para la seguridad común, especialmente para Europa del Este.

La agenda de la cumbre de la OTAN estuvo marcada por las preocupaciones sobre el futuro político de los Estados Unidos, concretamente por sus dos absurdos candidatos presidenciales, que la aparente fortaleza debida a la expansión de sus Estados miembros y la injerencia territorial en el Indo-Pacífico no consiguen disimular.

La OTAN ha demostrado en Washington no tener ninguna visión de futuro que ofrecer, sólo medidas que perjudican la paz y no están a la altura de la gravedad de la situación:

  • Confirmación de la disuasión nuclear como piedra angular de la seguridad de la alianza, mientras se abandona totalmente el compromiso con los tratados internacionales de desarme y control de armamentos. El liderazgo en tiempos de rearme nuclear debería tener una apariencia distinta..
  • Las amenazas contra China y la extensión sigilosa del mandato hacia la región Indo-Pacífica envían un mensaje expansionista, que la OTAN, debido a su enfoque regional limitado al Atlántico Norte y Europa, quiere justificar por las relaciones de China con Rusia.
  • Definición de Irán y Corea del Norte también como amenazas para la seguridad euroatlántica en la declaración de la cumbre, que no menciona Israel y sus continuos actos de guerra en todo Oriente Medio.
  • Inexistencia de cualquier debate, tras casi dos años y medio de guerra, sobre un alto el fuego y posibles negociaciones entre Rusia y Ucrania. Al contrario, se plantea la perspectiva de paz como un peligro para Occidente. Todas las iniciativas diplomáticas se ven desacreditadas o descartadas, aunque las negociaciones en absoluto eludan la responsabilidad de Rusia en virtud del derecho internacional por haber iniciado una guerra de agresión. No obstante, se sigue planteando una derrota aplastante de Rusia y la adhesión de Ucrania a la OTAN como condiciones previas sine qua non, a pesar de su falta de realismo y de las consecuencias que implican.

Esto sitúa a Alemania en el centro de la escalada bélica, siendo Wiesbaden la base militar y logística de la OTAN para el recién creado Centro de Mando para Ucrania, mientras ejecuta maniobras militares en Alaska para prepararse en caso de emergencia. Paralelamente a la cumbre, el Ejército del Aire alemán realizó por primera vez maniobras en suelo estadounidense para simular la denominada Cláusula de Defensa Mutua tras un ataque perpetrado contra un miembro de la OTAN. Además, 33 años después del final de la Guerra Fría y de la retirada de los misiles estadounidenses de medio alcance de Alemania Occidental, misiles de crucero con capacidad nuclear y misiles hipersónicos bajo control estadounidense volverán a ser desplegados en territorio alemán.

No podemos aceptarlo. Nos rebelamos contra la militarización omnipresente y luchamos, en cambio, para superar la confrontación entre bloques militares, y por una Europa emancipada y pacífica en pie de igualdad con los Estados Unidos, China, Rusia (nuestro vecino europeo), y el resto del mundo.

Esperamos del gobierno alemán y de la Unión Europea que, por el bien de sus ciudadanos y de sus Estados vecinos, se abstengan de usar cualquier retórica bélica, reflexionen sobre su ventaja negociadora como mediadores dignos de confianza y detengan la espiral de la violencia.

 

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