El Campamento por el Clima Irlanda 2024 (Climate Camp 2024 Ireland) tuvo lugar en agosto en Ardboe, junto al Lough Neagh en Ulster. Participaron defensores del medioambiente, miembros de comunidades y activistas políticos mostrando su solidaridad con la intención de promover el “Slí eEile”, un camino alternativo a seguir. Miembros de DiEM25 estuvieron presentes participando en varias actividades y acciones durante este evento.
El campamento fue coorganizado en colaboración con las campañas locales para resistir a las industrias que dañan el medioambiente, como las explotaciones ganaderas intensivas que contaminan el Lough Neagh, y el proyecto de extracción de oro en las Montañas Sperrins. Se considera a estas industrias como las mayores amenazas que pesan tanto sobre el entorno como sobre las comunidades de la región.
Luchando contra la minería de oro en las Sperrins
Save Our Sperrins (SOS) fue uno de los grupos decisivos en el campamento, que sigue luchando contra los proyectos de minería de oro en el Área de Destacada Belleza Natural de las Sperrins en Ulster. La empresa canadiense Dalradian Gold quiere excavar una gran mina en esta zona, y la población teme que provoque una contaminación tóxica. La mina generaría residuos, incluido sustancias químicas nocivas como el arsénico y el mercurio, y crearía un enorme vertedero cerca de viviendas, escuelas y espacios comunitarios.
Amenazas medioambientales por la extracción de agua
Otra de las mayores preocupaciones para SOS reside en la última solicitud de permiso por Dalradian Gold para captar (mejor dicho quitar) agua de los ríos y arroyos de la región. Usarían este agua para las actividades mineras antes de volver a verterlo en el medioambiente, provocando potencialmente la contaminación y la alteración de los ecosistemas acuáticos. La comunidad local teme que esto dañe especies vulnerables, incluida la única especie amenazada a nivel mundial de Irlanda: la ostra perlífera de agua dulce.
SOS advirtió que además de los daños medioambientales directos, las turberas de la región podrían desecarse como consecuencia de la extracción de cantidades descomunales de agua, lo que también aumentaría las emisiones de CO2 y empeoraría los riesgos de inundación. Esto también impactaría de manera negativa en la agricultura local y en el suministro de agua a la población de la zona. El grupo comunitario está involucrado en una campaña masiva para impedir que se otorguen los permisos para estos proyectos.
El debate sobre el fracking: las importaciones de gas en el Norte y el Sur de Irlanda
Otro de los asuntos claves debatidos en el campamento fue el de las importaciones de gas de Estados Unidos obtenido tras fracturación hidráulica, el fracking. Es un método controvertido para extraer combustibles fósiles que ha sido durante mucho tiempo combatido y detenido con éxito por grupos medioambientales en Irlanda. El gobierno irlandés también se había comprometido previamente a prohibir las importaciones de gas extraído mediante este método. Sin embargo, los últimos acontecimientos han suscitado inquietud.
Cuando el gobierno irlandés publicó en noviembre del año pasado la Estrategia de Seguridad para la Energía, anunció un proyecto de construcción de una terminal de almacenamiento de gas natural licuado (GNL). Esto ocurrió a pesar de sus promesas anteriores de no importar gas extraído por fracking. Grupos de activistas medioambientales se opusieron con virulencia a este proyecto contrario a la declaración del Ministro del Medio Ambiente del Partido Ecologista, afirmando que “ni se lo planteaban”. Piensan que este proyecto contradice el compromiso de Irlanda con la reducción del uso de combustibles fósiles. Temen que el gobierno esté usando las preocupaciones sobre la seguridad energética y supuestas amenazas sobre los gasoductos para conseguir la construcción de una terminal de GNL, presionando de esta manera a los grupos de defensores del medioambiente para que acepten el proyecto.
Todo esto en un contexto en el que el gobierno se empeña en posicionar a Irlanda cada vez más dentro del engranaje político-militar de la OTAN y la Unión Europea liderado por los Estados Unidos. De esta forma, el “Dáil” (Parlamento irlandés) aprobó hace poco un plan para permitir que Irlanda se una a una iniciativa militar de la Unión Europea para “defender” infraestructuras submarinas estratégicas. Los activistas presentes en el campamento expresaron su frustración frente al “relato engañoso” usado por el gobierno para intentar convencer a los grupos ecologistas de consentir un cambio de política, que según ellos podría tener como consecuencias el aumento de la dependencia a los combustibles fósiles y el incremento de la destrucción del medioambiente.
Acción contra el racismo
Más allá del tema del activismo medioambiental, otros participantes en este campamento también se involucraron en causas de justicia social. Una acción destacada consistió en participar en una concentración y contra-manifestación para protestar contra una manifestación antiinmigración previa en Belfast. Mientras los manifestantes antiinmigración llevaban pancartas con lemas como “Mandadles de vuelta a sus hogares”, los contra-manifestantes, entre los que se encontraban los participantes del Campamento por el Clima, expresaron su solidaridad con los refugiados y los solicitantes de asilo. Exhibieron banderas de sindicatos y pancartas con mensajes contra el racismo durante la concentración y la contra-manifestación, mientras coreaban: “¿Qué hacemos cuando las vidas de los inmigrantes están bajo ataque? Resistir y contraatacar”, y “Belfast antifascista”. Sobrepasando en número a los fanáticos antiinmigración, dejaron claro que los extranjeros que buscan seguridad o una vida normal en Irlanda no deberían ser los chivos expiatorios de problemas económicos y sociales transversales.
Enfrentando el ecocidio en el Lough Neagh
La crisis medioambiental del Lough Neagh (Loch nEachach), el lago más grande de Irlanda, fue uno de los temas más importantes debatidos en el campamento. Ha sido víctima de la contaminación debido en gran parte a la agricultura industrial. Varios grupos de debate del campamento investigaron cómo el hecho de definir como prioridad el crecimiento económico para la agricultura y la industria, olvidándose de la protección del medioambiente, tuvo como consecuencia la destrucción del ecosistema del lago. La agricultura industrial intensiva no sólo es la mayor fuente de contaminación en el Lough Neagh, sino también la mayor causa de las emisiones de gases de efecto invernadero y de pérdida de biodiversidad en toda Irlanda.
Durante el último día del campamento, varios participantes abordaron este tema mediante una acción directa delante de la fábrica Moy Park en Craigavon, County Armagh. Es un negocio agrícola inmenso, una de las empresas más grandes de Irlanda y uno de los proveedores de productos derivados del pollo más importantes de Europa. Participaron más de 100 activistas, y algunos simularon vomitar frente a la fábrica como símbolo del daño medioambiental provocado por la agricultura industrial, y en particular su papel en la contaminación del Lough Neagh y en la aceleración del cambio climático.
Después de la protesta, la Dra. Laura Kehoe, una científica medioambiental miembro activo de Slí Eile (Otro Camino) durante el Campamento por el Clima, insistió afirmando que la agricultura industrial es “…la causa más importante de la catástrofe en el Lough Neagh” y contribuye de manera significativa a las crisis del clima y la biodiversidad en toda Irlanda. Criticó a las grandes empresas por priorizar los beneficios sobre el medioambiente, exigiendo con urgencia acciones para hacer frente a los daños causados por la agricultura industrial a gran escala.
Encontrando soluciones: una transformación justa
El Campamento por el Clima Irlanda 2024 resaltó el auge de la concientización sobre cómo las políticas económicas basadas en un supuesto crecimiento infinito en realidad no son sostenibles y destruyen el medioambiente. Cada día que pasa, el sentimiento de que la resistencia a la contaminación industrial es una cuestión de vida o muerte es más compartido, y cada día más comunidades en Irlanda se alzan a favor de la defensa de la tierra, del aire y del agua.
Esta resistencia implica la necesidad de acercarse a estrategias alternativas y encontrar el camino hacia soluciones concretas. La propuesta detallada de DiEM25 en nuestra Visión Ecológica incluye las siguientes ideas que son parte de nuestro “Proyecto para una Transición Justa en Europa”:
- Sustituir el PIB por Auténticos Indicadores de Progreso: en vez de medir el éxito económico con el Producto Interior Bruto (PIB), esta propuesta sugiere usar un sistema más transversal que tenga en cuenta el bienestar medioambiental y social.
- Proponer una Directiva sobre el Abuso Medioambiental: creación de un marco legal que permita condenar a los responsables de la destrucción del medioambiente, para que los contaminadores respondan legalmente tanto a nivel personal como económico.
- Reconocimiento del cambio climático como la consecuencia de un delito criminal: esta propuesta consiste en declarar que el ecocidio (la destrucción de ecosistemas) es un crimen, insistiendo en la necesidad de aumentar la protección legal del medioambiente.
Un movimiento en crecimiento
El Campamento por el Clima Irlanda 2024 mostró que cada vez más personas están determinadas a proteger el medioambiente y resistir a las industrias perjudiciales. Luchando contra la minería, las importaciones de gas extraído por fracking o la agricultura industrial, una fe en que otro camino es posible une a todos estos activistas. Un camino que da prioridad a la salud del planeta y al bienestar de la población en lugar de los beneficios económicos de una minoría.
Mientras la crisis medioambiental se profundiza, el mensaje de este campamento al mundo ha quedado claro: las políticas económicas que destruyen el medioambiente son el problema, no la solución. La resistencia es cada vez más fuerte, como también la búsqueda de soluciones que promuevan la sostenibilidad, la justicia y un futuro viable para todos.
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