El Acuerdo de París es un hito histórico de nuestro tiempo. Pero no es una exageración argumentar que hay informes científicos o periodísticos sobre el cambio climático casi a diario. A pesar de toda esta atención de los medios de comunicación, el debate científico y el debate político siguen estando separados. Esto se describe en el reciente editorial de Nature: los planes políticos no son muy transparentes y no están ampliamente respaldados por las revistas científicas. Esta distancia entre políticos y científicos también se repite en la esfera pública: «nosotros» somos los progresistas informados y «ellos» son las personas ignorantes y peligrosas.
Sin embargo, no se abordan las raíces más profundas de los problemas climáticos: el capitalismo. Desafortunadamente, los científicos todavía no se dan cuenta.
La guerra contra el cambio climático no es una guerra que se libra simplemente cambiando drásticamente nuestros propios hábitos o aplicando normas más estrictas. Es una lucha para eliminar los beneficios ilimitados y la impunidad del capital petrolero y carbonero. Mientras el sistema energético siga siendo rentable, cualquier política de ajuste sólo logrará abordar las manifestaciones del problema, no sus raíces.
Como señaló Naomi Klein, miembro del Comité Asesor de DiEM25 (CA), en su libro de 2014 «Esto lo cambia todo: el capitalismo contra el clima, el cambio climático», es una «batalla entre el capitalismo y el planeta».
Necesitamos construir coaliciones amplias para lograr un cambio en el sistema. Necesitamos organizarnos contigo y escucharte. El tiempo se acaba.
Aris es miembro y voluntario del movimiento DiEM25.
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