Mientras prosigue la guerra y el ecocidio se extiende, la llamada del Papa por la paz y la justicia planetaria exige a Europa y al resto del mundo medidas urgentes
Una gran tristeza invade hoy el corazón de gran parte de la población mundial tras el fallecimiento del Papa Francisco, que incansablemente ha estado defendiendo la paz, las víctimas del genocidio en Gaza, nuestro planeta devastado por el ecocidio, y Europa, que ahora mismo se encuentra ante el dilema de tener que elegir entre la solidaridad o caer en el abismo de la guerra perpetua.
Durante el mensaje de Pascua de 2024, el Papa Francisco suplicó: “No dejemos que el viento cada vez más fuerte de la guerra sople sobre Europa y el Mediterráneo.” Aun así, Gaza ardió. Niños fueron sepultados bajo las ruinas. Los hospitales se convirtieron en cementerios. Esto no es una guerra, es un exterminio. Financiado, armado y legitimado por los mismos poderes que ahora exigen el rearme de Europa so pretexto de seguridad.
El programa de la Comisión Europea “Rearmar Europa” no nos protegerá. Nos entrega a una muerte eterna. Reasigna miles de millones destinados a la transición ecológica, la sanidad y la erradicación de la pobreza hacia las necesidades insaciables de la maquinaria bélica. Mientras los microplásticos asfixian nuestros ríos y nuestros bosques están ardiendo, los dirigentes europeos han optado por los misiles en lugar de los medicamentos, los drones en lugar de las medidas para paliar los efectos de la sequía. No nos fortalece. Es puramente un suicidio moral y ecológico.
Este Día Internacional de la Madre Tierra, nuestro deber consiste en decir la verdad: el ecocidio en Gaza, en Ucrania, en cualquier zona en conflicto, es el reflejo de nuestra crisis planetaria. Las bombas que trituran la carne también contaminan los suelos. Los tanques que destruyen hogares también aceleran la catástrofe climática. No existe “militarización ecológica”. Sólo existe la complicidad en la devastación.
DiEM25 rechaza este fatalismo. Exigimos:
- Un embargo inmediato sobre la venta de armas a Israel y a todos los Estados que cometan crímenes de guerra.
- La reasignación de los presupuestos militares hacia un Nuevo Pacto Verde Europeo actualizado, enfocado en la energía renovable, la agroecología y el asilo para los refugiados climáticos.
- Una Europa de fronteras abiertas y soberanía compartida, donde la seguridad viene de los hospitales, y no de los aviones de caza F-35.
El Papa Francisco declaró poco antes de su fallecimiento: “¡Dejemos espacio para la luz del Señor Resucitado! Así nos convertiremos en creadores de esperanza para el mundo.” La paz no se encuentra en ataques con drones. Se encuentra en el coraje del desarme. El coraje al decir “Gaza nunca más. Ecocidio nunca más. Especuladores de la guerra nunca más.”
¡Despierta Europa! La Tierra está gritando. Los mártires de Gaza están gritando. La Historia nos juzgará según los gritos que hemos oído, y los que hemos ignorado.
Otra Europa es posible. Déjennos construirla, antes de que sea demasiado tarde.
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