A medida que se acerca el referéndum del 23 de junio, la gente de Gran Bretaña está siendo bombardeada con un falso dilema entre permanecer en una UE no democrática y abandonar la UE con la falsa esperanza de restaurar su soberanía democrática fuera de ella.
- Nadie cree la afirmación de David Cameron (ni siquiera el propio primer ministro) de que su reciente trato en Bruselas ha reformado la UE y ha democratizado sus prácticas. De este modo, el primer ministro está, fundamentalmente, pidiendo a los votantes que se sometan a la actual zona libre de democracia de Bruselas, porque hacerlo va en favor de los intereses de la City, del comercio, de los estudiantes Erasmus, etc.
- Suena igual de vacía la promesa del bando del Brexit de que recuperaremos la soberanía democrática al recluirnos en el caparazón de nuestro estado-nación mientras permanecemos en el Mercado Único Europeo, cediendo así a la casi absoluta pérdida de soberanía que exige el TTIP.
El referéndum del 23 de junio ofrece a la gente de Gran Bretaña una oportunidad real de reclamar su democracia. Pero para conseguirla deben elegir quedarse en la UE y unir fuerzas con los demócratas de todo el continente para democratizar la UE.
- Permanecer en la UE por inercia o miedo sería malgastar una oportunidad, ya que continuaría la membresía apática y reticente de Gran Bretaña, que a su vez dejaría intacto el profundo desprecio de Bruselas por la democracia.
- Abandonar la UE es igual de inútil en tanto que no solo fracasará en devolver la soberanía (por cortesía del Mercado Único y el inminente TTIP) sino que también acelerará el proceso de desintegración de la UE. En vez de celebrar la muerte de las instituciones problemáticas de la UE, la gente de Gran Bretaña debe considerar las repercusiones de dicha desintegración: el colapso de la UE (en proceso de fragmentación) causará una depresión económica continental que es el mejor regalo a las peores fuerzas políticas de toda Europa. Se abrirá un vórtice aterrador, un agujero negro de declive económico y políticas tóxicas, de cuyas terribles consecuencias no podrá escapar la gente de Gran Bretaña ni siquiera estando fuera de la UE.
Por estas razones, DiEM25, el Movimiento Democracia en Europa, llama a los votantes británicos a rechazar tanto las patrañas sobre Bruselas del sr. Cameron como el delirio de que la salida empoderará la democracia británica.
DiEM25 invita a la gente de Gran Bretaña a tomar un tercer camino: una fuente de democracia que penetra las instituciones de la UE, contra la voluntad de sus intereses arraigados. Contrariamente a las ideas preconcebidas, la democratización de la UE es la única ruta para devolver una mayor soberanía a la Cámara de los Comunes.
El 23 de junio, votamos PERMANECER para empezar la lucha por una UE democrática como un prerrequisito para una Gran Bretaña soberana.
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