Espero que no, pero bien me temo que podemos estar experimentando la desintegración de la UE.
La eurozona ha estado, desde hace ya algún tiempo, en un avanzado estado de deconstrucción. Piensa sobre esto: si alguien fuera a darte un regalo de 10 millones de euros (estaría bien, ¿no?) y se te diera la opción de depositarlo en una cuenta bancaria en un banco alemán, italiano, portugués o griego, te sería indiferente? Por supuesto que no. Preferirías tener el dinero en una cuenta bancaria alemania o danesa, completamente consciente de que la probabilidad de un recorte en tus depósitos es mucho mayor en Italia o Grecia. Ese es un signo claro de que la eurozona está fragmentada. Hay bastantes evidencias de que se está fragmentando todavía más (en vez de consolidarse). Por ejemplo, si miras a la concentración de deuda pública, está claro que está concentrada más y más en los bancos de cierto estado (que es lo contrario de lo que debería pasar si tuviéramos una adecuada unión monetaria y bancaria).
Más allá de la Eurozona, Schengen ya ha sido suspendido y está bajo enorme presión mientras las fuerzas de la xenofobia, el ultra-nacionalismo y la simple paranoia están tomando el control. La inhabilidad de la UE de llegar a acuerdos en lo que es, después de todo, una leve crisis de refugiados (comparada, por ejemplo, con lo que se están enfrentando en Jordania o Líbano) dice bastante al respecto.
A nivel político, en múltiples asuntos, la desintegración de la UE es visible por todas partes. Los gobiernos de Europa occidental declaran abiertamente su oposición al mismo principio de solidaridad, el electorado británico está alienado desde Bruselas (y votará para quedarse solo por el miedo a lo desconocido), la periferia del sur de Europa es asolada por una depresión innecesaria completamente causada por la tóxica gestión macroeconómica del establishment de Bruselas-Frankfurt que está mucho más interesado en pretender tener que aplicar reglas inaplicables que en servir a los intereses de la Unión.
Para recapitular, recuerda la experiencia de la Unión Soviética. Cuando una arquitectura económica inviable se mantiene a través del autoritarismo y una voluntad política brutal, su colapso se retrasa. Pero cuando llega es muy rápido y muy doloroso. Espero que los europeos consigamos democratizar la UE antes de tener una repetición de la escena.
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