La tregua en España se ha terminado. Durante mucho tiempo parecía que, a diferencia de nuestros vecinos europeos, jamás veríamos en las instituciones a una organización defendiendo el odio al diferente, a las mujeres, a los inmigrantes u homosexuales. Pues ese día ha llegado. Una organización supremacista, exudando nacionalismo rancio.
Siempre lo veíamos tan lejos… Nunca más. La anomalía se ha terminado.
Vox, aplaudido por Salvini y Le Pen, ha entrado en el parlamento de Andalucía. Impulsada por los medios, ha ocupado el espacio abandonado por la izquierda en defensa de las mayorías sociales.
Existen casuísticas propias, por supuesto, como la inestable situación de Catalunya, que ha tenido un papel destacado en la campaña andaluza, al atizar el fervor nacionalista de buena parte de la sociedad española y alimentar la bestia fascista. Pero, de fondo, la acuciante necesidad de la mayoría de la población de reformas estructurales que les permita recuperar un digno nivel de vida.
Decíamos en un artículo reciente que “el fascismo es el último estadio del capitalismo en descomposición. En cierta medida es su hijo bastardo, el vástago no deseado de la indecente desigualdad que cada vez es más obvia. Unos con tanto y otros con tan poco. Hemos de corregir la injusta distribución de riqueza, sí, pero no destruyendo al diferente, sino rompiendo las estructuras que favorecen el expolio de la riqueza a manos de unos pocos.”
Dicho y hecho. Ante la falta de alternativas, ante la desigualdad galopante, se han buscado culpables entre quien menos tiene. En eso es experto el sistema. Enfrentados los pobres con los más pobres, más fácil es su proceso de acumulación de riquezas.
Sus propuestas son muy claras, de manual, pero siempre al servicio del capital: fomento del espíritu nacional, supresión de las leyes en defensa de las minorías y de las mujeres, expulsión de inmigrantes y reducción de sus derechos, endurecimiento de fronteras, muro con África, supresión de espacio Schengen… Hacer España Grande Otra Vez. Vieja historia, viejas ideas.
Por desgracia, será la primera pero no la última vez que suframos sus victorias. La autodenominada derecha “moderada/centrista” ha corrido a echarse a sus brazos y no ha ocultado su disposición a pactar gobierno con ellos. La normalización de la extrema derecha está en proceso. Una nueva “noche de los cristales rotos” se está fraguando.
Lo hemos visto en Brasil hace poco, y en otros tantos sitios: envalentonada la fanática militancia fascista con los resultados electorales, volverán a la calle, a “hacer limpieza”.
Pero difícilmente se puede considerar un caso aislado. Gracias a la exhaustiva cobertura mediática de las actividades de Vox, el discurso del odio está alcanzando a todo el Estado. Con su primera victoria, ahora tienen ante sí una alfombra roja que les conduce a las elecciones autonómicas y municipales del próximo mayo, y ponen su mira en las europeas, donde podrían juntarse con otras fuerzas de similar discurso con las que ya han entablado contacto.
Es la hora de combatir el discurso del odio en toda Europa. Por tanto, desde DiEM25 impulsamos Primavera Europea, una candidatura progresista paneuropea que busca hermanar a todas las personas y fuerzas políticas del continente que quieren detener el auge de la extrema derecha y el retorno a la década de 1930, promoviendo en su lugar una Europa de prosperidad compartida.
Y del mismo modo que las fuerzas del odio se extienden más allá de Europa, como pregonan las sonadas victorias de Trump o Bolsonaro, el pasado viernes, desde nuestro movimiento, en colaboración con el Sanders Institute, lanzamos nuestra llamada abierta para la formación de la Internacional Progresista, un frente común que derrote a las fuerzas aliadas del odio y del neoliberalismo, al que ya se nos han sumado nombres como Fernando Haddad, líder del Partido de los Trabajadores de Brasil, Ada Colau, alcaldesa de Barcelona o Katrín Jakobsdóttir, primera ministra de Islandia.
¡El próximo mayo, hay mucho en juego en España y en toda Europa, únete a nuestra lucha para construir un mañana mejor!
Estevo Sánchez es coordinador de Operaciones y Eventos de DiEM25 España
Marc J. Almagro es coordinador de Políticas de DiEM25 España
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