El “Decrecimiento” y el “Green New Deal” son dos conceptos muy útiles para tener un punto de vista amplio sobre nuestros sistemas económicos y financieros y sobre cómo cambiarlos. En este artículo, quiero exponer por qué estos dos términos y estas dos escuelas de pensamiento no son el objetivo final, y también me propongo contestar a las preguntas: ¿Qué son el decrecimiento y el Green New Deal? ¿Qué tienen en común? ¿Qué está ocurriendo con estos dos conceptos ahora en Europa? ¿Por qué tenemos que ir más allá de estos dos conceptos?
Estos dos conceptos pueden ser resumidos en este gráfico simplificado para entender el pensamiento fundamental que se esconde tras los términos de decrecimiento y de Green New Deal. En nuestro planeta, los recursos disponibles y nuestro tiempo para realizar nuestro trabajo son limitados. Actualmente, o tenemos un empleo que satisface una necesidad humana, dentro de los límites ecológicos, o tenemos un empleo que no satisface ninguna necesidad humana real o que al destruir el medio ambiente es insostenible.
¿En qué consiste el decrecimiento?
El decrecimiento parte del análisis del modelo de crecimiento capitalista y dice: ¡alto!. Este crecimiento no puede ser infinito y destruye el planeta en el que vivimos. Tenemos que encoger nuestra economía, es decir decrecer. Le da la vuelta al concepto guía del capitalismo que es el crecimiento. A este fundamento se le añadieron muchos más detalles, por supuesto, además del desarrollo de una visión positiva de una economía alternativa.
La Wikipedia afirma: “El decrecimiento es un término utilizado tanto para un movimiento político, económico, y social, como para un conjunto de teorías que critican el paradigma del crecimiento económico. El decrecimiento enfatiza la necesidad de reducir el consumo y la producción global y aboga por la justicia social y la sostenibilidad ecológica de una sociedad en la que el bienestar social y ambiental sustituya al producto interior bruto (PIB) como indicador de prosperidad”.
¿Y en qué consiste el Green New Deal?
La raíz del Green New Deal se encuentra en nuestras necesidades actuales, por ejemplo en términos de nuevas fuentes de energía ecológica. ¿Cómo podemos invertir tiempo para la transición hacia un uso de estos recursos que cubra nuestras necesidades y no destruya el planeta? Esto lleva al Green New Deal a imaginar maneras de utilizar a las instituciones financieras que ya existen para que inviertan por ejemplo en la transición de nuestro sistema energético. Por supuesto, en realidad es mucho más complicado, y hubo que desarrollar una visión positiva de lo que tiene que ser una economía alternativa.
Se puede leer en la Wikipedia: “las propuestas del Green New Deal (GND) exigen una política pública para contrarrestar el cambio climático y conseguir superar otros desafíos sociales como la creación de empleo, el crecimiento económico, y la reducción de las desigualdades económicas. Su nombre es una referencia al New Deal, un conjunto de reformas y de proyectos de obras públicas emprendidos por el Presidente de los EE.UU. Franklin D. Roosevelt entre 1933 y 1935 para contrarrestar los efectos de la Gran Depresión”.
¿Qué tienen en común estos conceptos y cómo son interpretados hoy día en Europa?
El punto de salida es diferente: mientras el decrecimiento surge al entender que tenemos que poner un punto final al crecimiento infinito, el Green New Deal surge al entender que necesitamos una inversión masiva en la transición de nuestras economías. Bajo estos dos términos subyacen varios programas reformistas de diferentes actores, la mayoría de ellos aspirando a transformarlos en un nuevo sistema económico que supere al capitalismo. Ambos conceptos tienen por objetivo detener la destrucción del medio ambiente, respetar los límites planetarios, y dirigirse simultáneamente hacia una sociedad más justa, a nivel social y económico.
Hoy día, la Comisión de la UE ha desarrollado su propio “European Green Deal”, adoptando el nombre, pero dejando de lado su contenido. Ante todo se trata de un montón de políticas regulatorias moderadas,desplegadas sobre varios actos legislativos, que carecen de sustancia para conseguir una transformación a gran escala. Últimamente la Comisión está empezando a pregonar el término “decrecimiento” con su conferencia “Más allá del Crecimiento”. Son ideas políticas que mantienen su hegemonía sobre las definiciones de manera bastante exitosa, olvidándose de la dimensión que importa de los conceptos que las fundamentan.
Y resulta difícil luchar contra los que están en el poder cuando por ejemplo empiezan a repetir las palabras “verde” [Green] y “pacto” [Deal] debido a la omnipresencia que disfrutan en los medios de comunicación. Mientras tanto, han declarado que las energías basadas en combustibles fósiles como el gas o la energía nuclear son “verdes”. El Green New Deal para Europa de DiEM25 es el programa más amplio que se haya publicado en Europa, con el objetivo de sacar al continente de las crisis gemelas de la austeridad y del colapso climático y medioambiental. Pero desde la publicación del “European Green Deal” de la Comisión Europea, mucha gente confunde estos programas fundamentalmente diferentes.
¿Por qué tenemos que pasar página y encontrar un nuevo término?
Tengo varias razones para pensar que tendríamos que pasar página y encontrar un nuevo término, la primera de ellas siendo la descripción que acabo de hacer de cómo la clase dirigente ha pervertido estos conceptos o los está pervirtiendo. La segunda de estas razones es que estos dos conceptos basan sus lógicas en el sistema actual con su violencia y opresión. La tercera es que tanto uno como otro no constituyen términos positivos y visionarios defendiendo un nuevo sistema, sino términos de transición que pertenecen al sistema antiguo, que pueden ser fácilmente manipulados por la clase dirigente para conseguir mantener el status quo. Un capitalismo verde que mantenga el desequilibrio entre los que poseen capital y los que tienen que vender su labor a estos capitalistas sigue siendo incompatible con una sociedad libre.
Me parece que ha llegado el momento de debatir sobre el término para un nuevo sistema post capitalista. Ahora, por supuesto, ¿cuál debería ser su nombre? ¡Hablemos de esto! ¿Deberíamos llamarlo socialismo de libertad, comunismo de libertad, colectivismo ecológico, o de otra manera?
No es algo que una persona sola pueda decidir, pero ha llegado el momento de acelerar dicho debate. Y, una vez que estemos de acuerdo sobre el término, ¿cómo conseguimos convertirlo en realidad? Por el momento, la respuesta de DiEM25 es: ¡gracias a una revolución democrática! Porque el poder será necesario para hacer que nuestro nuevo sistema se convierta en la realidad, y las palabras y conceptos sólo nos ayudarán para recorrer este camino. ¡Únete a nosotros!
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