Nuestros esfuerzos como equipo legal que exige respeto por los derechos básicos del miembro del Panel Asesor de DiEM25 Julian Assange han logrado una pequeña victoria. Nuestras solicitudes fueron escuchadas tanto por el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados como por el Relator Especial de las Naciones Unidas sobre la promoción y protección del derecho a la libertad de opinión y expresión. Ambos comparten la función de garantizar que los países cumplan con sus obligaciones legales internacionales, sin excepción. El gobierno de Ecuador, después de reunirse con ellos, eliminó algunas de las restricciones a las que está sujeto y restableció el acceso a sus comunicaciones electrónicas (lea el «protocolo» oficial que regula las visitas de Julian, las comunicaciones y la asistencia médica aquí).
Si bien aplaudimos este progreso, queremos llamar vuestra atención sobre el hecho de que tenemos inquietudes constantes por lo que respecta a estas comunicaciones restauradas. Nos referimos a las restricciones impuestas por Ecuador a la libertad de hablar de Julian, su trabajo como periodista y su vida privada, incluidas las principales intrusiones en su privacidad y en la privacidad de sus visitantes.
Creemos que el nuevo «protocolo» que regula las visitas, las comunicaciones y el derecho a la asistencia médica de Julian son insuficientes y siguen siendo inhumanos. Además, sospechamos que este nuevo «protocolo» no se trata de restaurar realmente los derechos de Julian a la libertad de expresión y a mejorar sus condiciones de vida. En cambio, este último progreso parece ser más una operación de relaciones públicas del gobierno ecuatoriano que apunta a: 1. apaciguar las voces que denuncian la violación sistemática de los derechos humanos de Julian, así como pedir su liberación inmediata, y 2. establecer una decisión arbitraria al conflicto legal para activar y justificar fácilmente la expulsión de Julian de la embajada ecuatoriana.
Esta situación prolongada requiere una acción urgente tanto del gobierno de Ecuador como del gobierno del Reino Unido, quienes deberían tomar medidas serias para poner fin a esta situación simplemente respetando el derecho internacional.
El Reino Unido continúa restringiendo incluso el acceso más básico y humano a la luz solar y al aire fresco. Sigue rechazando el paso seguro. Continúa violando el derecho internacional de los derechos humanos al bloquear a Julian de su derecho de asilo. Es hora de que el Reino Unido ponga fin a esta situación de manera inmediata respetando la decisión de la ONU, que ordenó su liberación inmediata hace más de dos años, garantizando que no será extraditado a los Estados Unidos.
Como DiEM25, continuaremos presionando por la libertad de Julian Assange hasta que sea liberado.
Renata Ávila es miembro del Colectivo Coordinador DiEM25 y del equipo legal de Julian Assange.
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