La sentencia del Tribunal Europeo contra nuestro caso es decepcionante. El hecho de que su decisión pretenda proteger el «espacio para pensar» del BCE sólo echa sal en la herida.
En 2015, el Banco Central Europeo (BCE) obligó a los bancos griegos a cerrar sus puertas como parte del intento de la Troika de intimidar al recién elegido gobierno griego para que abandonara lo que había sido votado para hacer: renegociar la deuda pública, la política fiscal y la agenda de reformas del país.
Tras el cierre de los bancos, se impusieron controles de capital a Grecia. Éstos siguen en vigor, con costos sociales y económicos generalizados para su economía, que ya está en marcha.
Cuando nos enteramos de que el BCE había encargado un dictamen jurídico sobre la legalidad de esas acciones, pedimos inmediatamente al BCE que diera a conocer dicho dictamen, pero el BCE se negó.
Así, el cofundador de DiEM25 y entonces ministro de Finanzas de Grecia, Yanis Varoufakis, y el eurodiputado Fabio de Masi (GUE/NGL), apoyados por una amplia alianza de políticos y académicos, presentaron una solicitud masiva de libertad de información al BCE para obtener este dictamen. Una vez más, el BCE se libró.
Así que los llevamos a juicio.
La sentencia de hoy, en la que los jueces afirman que «el BCE podría legítimamente tener en cuenta los efectos hipotéticos que la divulgación del documento impugnado podría tener en su espacio para pensar en 2015 y también después de 2015», es otro golpe a nuestra debilitada democracia, ya que reafirma que las instituciones controladas por el establishment deben tomar decisiones poderosas a puerta cerrada por parte de funcionarios no elegidos. Decisiones que afectan a millones de personas.
Y lo mínimo que pueden esperar los europeos es el acceso a los dictámenes jurídicos que han pagado en relación con el ejercicio del poder del BCE.
Con toda seguridad recurriremos la vergonzosa decisión del tribunal. Esta batalla para defender nuestros valores no ha terminado.
Para un informe detallado de las acciones del BCE en este caso, y de cómo actuó probablemente fuera de su mandato, visita nuestra campaña #TheGreekFiles.
En última instancia, esta es exactamente la razón por la que necesitamos un grupo transnacional de diputados progresistas elegidos el próximo mayo. El establishment de la UE está demasiado ocupado protegiéndose a sí mismo y a su narrativa de que «no hay alternativa», mostrando que están más interesados en protegerse a sí mismos que en hacer su trabajo y defender nuestros valores, reparar nuestra Unión, democratizar y aportar transparencia a nuestras instituciones y establecer adecuadamente un sistema de controles y contrapesos.
Únete a nosotros para continuar la lucha por reparar y democratizar nuestra Unión con la Primavera Europea, el primer esfuerzo electoral transnacional para llevar un programa progresista y paneuropeo a todas las urnas.
Contacto de prensa
Luis Martín, Coordinador de Comunicación de DiEM25
luis.martin@diem25.org
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