La sentencia del Alto Tribunal del Reino Unido declara la suspensión de la extradición de Julian Assange a Estados Unidos por espionaje para que tenga la posibilidad de recurrir, dando de esta manera una tregua momentánea al fundador de WikiLeaks y a organizaciones como la nuestra que han estado luchando por su libertad.
Sin embargo, en ningún caso se trata de una victoria, sino de cierto alivio cuando Assange lleva casi cinco años encarcelado en la prisión de Belmarsh, después de haber pasado siete años encerrado en la Embajada de Ecuador. La próxima sesión del tribunal tendrá lugar el 20 de Mayo.
Assange se enfrenta a 175 años de prisión en una cárcel de máxima seguridad, en caso de que fuera deportado a los Estados Unidos, por haber cometido el crimen de revelar las mentiras del gobierno y haber dejado claro al mundo entero los crímenes contra la humanidad perpetrados por Estados Unidos. Los poderosos que desean desesperadamente que acabe sus días en la cárcel siguen acosándole, por eso no podemos desistir en nuestra lucha para liberarle.
Esta sentencia debería como mínimo animar a todos los que alzaron la voz por él. Durante semanas, nuestros miembros en Atenas, Berlín, Bruselas, Copenhague, Derry, Londres, Münster y La Haya organizaron manifestaciones para exigir su libertad y que se haga justicia. También le hemos dedicado una emisión en directo disponible en este enlace.
La humanidad se halla ahora mismo en una encrucijada, al enfrentarse a una guerra devastadora en Ucrania y a una limpieza étnica metódica en Palestina. Las guerras actuales, como las del pasado y del futuro, se justifican gracias a campañas de desinformación masivas que consiguen que sociedades enteras apoyen una violencia descomunal propagando el miedo y el odio. Para parafrasear a Assange, si se puede mentir a la gente para que apoye la guerra, se puede también decir la verdad para que apoye la paz. De hecho, la verdad es un prerrequisito absoluto para que la humanidad pueda unir sus fuerzas y enfrentarse a las crisis existenciales que padece hoy día. No sólo la suerte del abanderado del periodismo de investigación de nuestra época estará echada en caso de que acabe pudriéndose en una celda para siempre, la nuestra también.
Por el momento Assange no será extraditado, y nosotros en DiEM25 junto con nuestros aliados de la Internacional Progresista no dejaremos de luchar por su libertad.
WikiLeaks publicó una noticia destacando la gravedad de la situación: “Julian Assange aún podría ser extraditado a los Estados Unidos dentro de tres semanas en caso de que su gobierno dé “garantías” (consideradas anteriormente por Amnesty International como “intrínsecamente no fiables”) de que durante el juicio no sufra ningún perjuicio por razón de su nacionalidad y de que no se le aplique la pena de muerte”.
Siempre apoyaremos a este hijo, marido y padre, que tuvo el valor de enfrentarse al aparato de seguridad más poderoso de la historia. Hasta que Assange sea libre no dudaremos en seguir luchando, y hacemos un llamamiento a todos los progresistas en el mundo entero para que se unan a nosotros en este combate fundamental por la verdad, la justicia, y por el futuro de todos.
Las últimas campañas de DiEM25, incluyendo la recaudación de fondos y las peticiones para defender a los informantes, fueron esenciales para obtener apoyo para Assange. Nuestros valores progresistas nos obligan a defender la libertad de prensa, y debemos seguir luchando valientemente hasta conseguir una victoria total.
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