El domingo pasado, 13 de mayo de 2018, miembros de DiEM25 se encontraron en Belfast.
Ese mismo día, once mujeres, de ambos lados de la frontera irlandesa, viajaron a Inglaterra y Gales para realizar un aborto que habría sido ilegal en Irlanda. No había nada inusual en eso.
Es un hecho cotidiano.
En 2016, poco menos de 4.000 mujeres de la isla de Irlanda tuvieron que viajar a Gran Bretaña para hacerse un aborto. En otras palabras, once mujeres por día. Como si eso no fuera lo suficientemente malo, estas mujeres corren el riesgo de daño a largo plazo en su salud reproductiva, y de hecho en sus propias vidas, por la falta de cuidados adecuados en la isla de Irlanda. Muchas otras mujeres corren el riesgo de ser enjuiciadas comprando mifepristona y misoprostol por internet para que se los entreguen por correo y que puedan abortar con medicamentos en sus hogares.
La Octava Enmienda a la Constitución Irlandesa equipara el derecho a la vida de una mujer embarazada con el de un embrión o feto. Criminaliza el aborto en todos los casos, excepto donde continuar un embarazo resultaría en la muerte de la madre.
Esto penaliza a todas las mujeres que buscan este procedimiento. En Irlanda del Norte, que es parte del Reino Unido, se ha mantenido una prohibición del aborto en casi todas las circunstancias. En 2017, el gobierno del Reino Unido acordó pagar abortos para las mujeres de Irlanda del Norte si pueden viajar a Inglaterra, Escocia o Gales.
Pero no todas las mujeres pueden permitirse el lujo de viajar. No todas las mujeres tienen circunstancias personales que les den la libertad de viajar. Y no todas las mujeres tienen acceso a cuidados posteriores.
El domingo pasado, acordamos dar a conocer nuestro apoyo a la campaña Derogación de la Octava. Ahora necesitamos tu ayuda. Necesitamos que compartas esta carta en Facebook y Twitter, usando los hashtags #RepealTheEighth #FreeSafeLegal #TrustWomen #TogetherForYes.
No os equivoquéis. La campaña por la autonomía corporal de las mujeres y los derechos reproductivos completos nos importa a todos nosotros en Europa. Ya sabemos hasta dónde irán Irlanda, Hungría y Polonia en sus esfuerzos por hacer retroceder los derechos civiles y reproductivos. Hemos visto la campaña de carteles antiaborto húngara dirigida por el Estado y el intento en Polonia de introducir una prohibición total del aborto.
Pero Irlanda es el único país de Europa que tiene una prohibición del aborto realmente escrita en su constitución. Este viernes, 25 de mayo, el pueblo de Irlanda votará en el referéndum.
Y otras once mujeres viajarán a Gran Bretaña desde Irlanda. Queremos que estén entre las últimas en hacer ese viaje.
Ya es suficiente.
Apoyad el Voto para Derogar.
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