Grecia está entrando en la tercera revisión de su actual programa de «rescate». Aunque se prevea que dure hasta final de año, hemos comenzado a ver a Grecia de nuevo en las noticias, con voces que llaman al gobierno a completar el proceso a tiempo. Estas voces ya se han oído antes.
Esta revisión incluye reformas en numerosos sectores, desde la energía al mercado laboral y las ayudas sociales. Seamos claros: «reforma» es sinónimo de «desestabilización» y «austeridad». Y «revisión» es sinónimo de forzar al gobierno griego a tomar todas las acciones consecuentes necesarias. Todo esto tiene lugar mientras la economía griega se reduce y está atada a superávits primarios extremadamente altos y a miles de millones de deuda que habrán de ser devueltos durante los próximos años y décadas.
Aunque Grecia encuentre una salida de su actual programa en verano de 2018, aún seguirá bajo estricta supervisión de la troika hasta que devuelva el 75% de su deuda. Durante estos años, la austeridad, las privatizaciones generalizadas a bajo coste y las desigualdades exacerbadas continuarán prosperando. Las clases no altas tendrán que seguir encontrando dinero con el que pagar impuestos altísimos para respaldar la economía. Cualquier noticia sobre crecimiento y recuperación continuará siendo tan solo «fake news».
Por estas razones, rechazamos la estrategia de comportarse como un prisionero ejemplar (el enfoque de Gracia desde el comienzo de la crisis, salvo por la primera mitad de 2015) y llamar a la desobediencia, por la desobediencia constructiva, con la inmediata implementación de nuestras propuestas para Grecia como parte de nuestro New Deal Europeo.
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