Concebimos un sistema económico descentralizado basado en empresas de tipo cooperativa.
Estas empresas se organizan de manera horizontal y sólo tienen por accionistas a las personas a las que emplean, cada una de ellas teniendo una acción, y un voto en las decisiones relativas a su gestión. Este sistema económico fomenta:
- Un ingreso básico incondicional y un empleo garantizado proporcionado por los bancos centrales democratizados, en un mundo en el que el comercio internacional y los flujos monetarios se gestionan de manera que los desequilibrios sean neutralizados (por ejemplo el déficit comercial/superávits) y, durante el proceso, financien inversiones realmente verdes y sociales en las partes menos desarrolladas del planeta.
- El decrecimiento en los sectores que dañan a los humanos, a los animales, y al medio ambiente.
- La expansión de las energías renovables, de la sanidad pública, de la salud mental, de los cuidados sociales, la educación sin límites y la cultura.